Nos unimos o nos hundimos
Hace un par de meses estaba preparando una pequeña meditación para un culto de oración basada en la muy famosa oración de Jesús plasmada en el capítulo 17 de Juan. Mientras leía le pedía a Dios que me ayudara a ver algo de El que no conocía, que me mostrara más acerca de Su voluntad en este pasaje, ya que comúnmente lo que se hace resaltar de esta porción son las palabras de Jesús pidiendo por sus discípulos y por los que habían de creer por la palabra de ellos, lo cual nos incluye a nosotros también. Pero estaba segura de que había mucho más. Fue entonces cuando El hizo saltar algo a mi vista, siempre había estado allí, pero yo no me había dado cuenta de lo que este hecho implicaba. Este pasaje es una oración de JESUS! Quizá ahora estén pensando dhhhh!, “qué burra la pobre’’ y puede que sea cierto. Pero ¿ustedes han pensando detenidamente lo que significa que esto es una oración de JESUS al Padre? Hermanos, ¡es una oración de Dios hecho hombre! Aquí está nuestro Señor, a quien servimos, derramando su corazón en oración. Wow! Yo no sé a ustedes pero esto me hizo ver el pasaje de una manera totalmente distinta. Solo piensen por un segundo, tu oras a Dios por las cosas que te importan, pides por cosas que quieres que pasen. ¿Entienden lo maravilloso de esto? ¡La oración de Jesús al Padre es, a mi entender, la mayor revelación de su voluntad! WOW!! Lo siento, es que emociono, para mí fue como descubrir un mundo nuevo. Ahora quisiera que ustedes lo descubran conmigo.
Jn 17: 1 ‘’… Jesús…dijo: Padre la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti” Lo principal en el corazón de Jesús es su gloria. Y esto una vez más confirma todo lo que hemos escuchado de John Piper sobre lo teocéntrico de Dios. Y debe ser nuestra oración que Dios sea glorificado en cada momento de nuestras vidas.
Ver 9: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste”
Ver 20: “Mas no ruego solamente por estos, sino por los que van a creer en mí por la palabra de ellos” Jesús ora por sus discípulos y por todos los que iban a creer en El, sí hermano Jesús oró por ti. Pero centremos nuestra atención en qué pidió El por nosotros:
Unidad “guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” Verso 11
Gozo “Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.” Verso 13
Protección “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” Verso 15
Santidad “Santifícalos en tu verdad tu Palabra es verdad; tu palabra es verdad” Verso 17
Unidad “Para que sean uno; como tu oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” Verso 21
Unidad “La gloria que me diste yo les he dado; para que sean uno, así como nosotros somos uno” Verso22
Unidad “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos también como me has amado a mí” Verso 23
¿Perciben un pequeño énfasis? Sí hermanos para Jesús nuestra unidad es muy importante.
¡Y qué tipo de unidad! Como la existente entre Él y el Padre. Creo que muchas iglesias hemos fallado en esto. Hemos perdido el enfoque, realmente creo que nos hemos dejado engañar, y me atrevo cuidadosamente a afirmar que nos hemos dejado engañar de Satanás creyendo que una Iglesia va a crecer porque todo el mundo sepa teología o que mientras más sepamos de la Biblia mejor podremos predicar. ¿No ven que muchas veces nos envanecemos queriendo estudiar un paquete de teología para confirmar que nuestra doctrina es la sana y la de aquel no? Para cuando lleguemos a una Iglesia solo concentrarnos en lo mal que dijo el predicador, que no tradujo bien la palabra griega, que este o aquel canto no es totalmente bíblico. No me malinterpreten, antes que me bombardeen con sus comments, entiendan que no quiero decir que estudiar la Biblia esté mal, de hecho, el conocimiento de la misma nos santifica, pero el énfasis está mal. Nos centramos tanto en el conocimiento que nos olvidamos del amor. Llegamos a creernos superiores a otros hermanos y no lo somos. Iglesias duran años sin tener ningún miembro nuevo, no necesariamente porque no se predique, sino porque nuestro testimonio va delante de nosotros para presentarnos, y noten nuevamente lo que dijo Jesús: “que sean perfectos en unidad para que el mundo crea que tú me enviaste” El mundo va a creer en Jesús por nuestra unidad. Analicen, nuestras comunidades no están llegando a los pies de Cristo porque nuestras Iglesias están cargadas de chismes, hipocresía y orgullo.
Changos hermanos! Estamos mal cada vez que evitamos a un hermano, porque es “medio carnal”, cada vez que permanecemos en grupitos, que ni siquiera nos preguntamos qué ha pasado con aquel hermanos que está enfermo, aún peor hay hermanos que ni siquiera conocen a los miembros de su iglesia. Yo en una visité una iglesia y varias personas de ahí que me conocían de otro lugar me preguntaron ‘’ ¿y tú eres miembro de aquí?” ¡Ni siquiera notamos cuando alguien es visita porque no conocemos a los miembros!
Esto no es Dios, Jesús dijo: “En esto conocerán que son mis discípulos si tienen amor los unos con los otros”. El amor no es sólo un sentimiento, y sé que sonará trillado, es también una decisión, usted decide con quién hablar, a quién escuchar, a quién visitar, así que el primer paso para amar a alguien es decidir acercarse porque no se ama a aquel a quien no se conoce. Oremos a Dios para ponga su sentir en nosotros. Hermanos decidamos ahora acercarnos a los miembros de la iglesia, pero no conformes con esto, tratemos de conocer hermanos de otras iglesias, compartir nuestra fe, ir a convivencias, campamentos, cultos unidos, visitar web sites cristianos
Recuerdo que al hablar de esto mi hermana me preguntó si toda esta unidad de la que hablaba Jesús implicaba que todas las iglesias nos uniéramos en una sola organización, en sentido de no tener tantas denominaciones. Pero entiendo que unidad no quiere decir igualdad, sino que nos gocemos en aquellas cosas en que coincidimos y en las que no, pues tener libertad y respetarnos.
No quiero que simplemente añadan la unidad en la iglesia a su lista de oración, aunque esto sería algo muy bueno, espero que reflexionen y se tomen esto muy pecho y que esta verdad permee sus vidas. Pues o nos unimos o nos hundimos.



